Omar Sharif playing Pasternak's famous character, Doctor Zhivago; Charlton Heston portraying Spain under the invincible armor of Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador; or the genius of Orson Welles himself, devouring with an insatiable thirst multiple jugs of Ribera del Duero red wine, while immersing himself in the skin of Hallstaff, that libertine advisor to the King of England, Henry II, precursor to poets like Villon, while enjoying the finest scenery of the endless Numantian plains.
Possibly Soria, that eternal heart of Hispanic Celtiberia, was the Castilian land that provided the most important and varied locations for that authentic machine of dreams and creativity, which, at one point in history, was the Hollywood of major productions.
And perhaps there has never been a more worthy and eloquent setting in which to express much of that eternal classicism that highlighted the magical footlights of the Middle Ages than a town that became a living legend, following the final steps in the world of a leader of the stature and genius of Almanzor: Calatañazor.
Omar Sharif interpretando al famoso personaje de Pasternak, el Doctor Zhivago; Charlton Heston haciendo las Españas bajo la invencible armadura de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador o el propio genio de Orson Welles devorando con insaciable sed múltiples jarras de vino tinto de la Ribera del Duero, mientras se metía en la piel de Hallstaff, aquel libertino consejero del rey de Inglaterra, Enrique II, precursor de poetas como Villon, mientras disfrutaban de los mejores escenarios de los infinitos llanos numantinos.
Posiblemente haya sido Soria, ese eterno corazón de la Celtiberia hispana, la tierra castellana que más importantes y variados escenarios haya proporcionado a esa auténtica máquina de sueños y creatividad, que, en algún momento de la historia, fue el Hollywood de las grandes producciones.
Y quizás, no haya habido, tampoco, escenario más digno y elocuente, donde volcar buena parte de ese eterno clasicismo que ponía de relieve las mágicas candilejas de la Edad Media, que un pueblo que pasó a ser leyenda viva, tras los últimos pasos por el mundo de un caudillo de la talla y el genio de Almanzor: Calatañazor.
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