¡Sabroso! Lo certifico.
Aunque nunca probé la famosa torta caraqueña de las hermanas Bejarano, me imagino que se parecía a este milagroso budín.
Si la memoria no me engaña, las mencionadas hermanas inventaron su notable torta en tiempos pasados que como en fecha reciente la escasez se ensañó con Venezuela. Puede que esté mezclando historias sin relación, pero las hermanas Bejarano trataban de endulzar el paladar y tal vez conquistar el corazón de un afamado doctor y santo varón llamado José Gregorio, que sanaba enfermos en su barrio.
Repite que ya se vendió, a pesar de la dieta.