
Cuando tuve mi primer blog en la blockchain, me tocó vivir de cerca una noticia que sacudió todo el ecosistema, una adquisición que muchos llamaron fusión, en ese momento no entendía del todo qué estaba sucediendo; de hecho, escribí un artículo en Medium expresando una visión quizás positiva. Se hablaba con mucha emoción de la compra de Steemit por parte de Justin Sun.
Sin embargo, los días pasaron y el optimismo se transformó en angustia. Empezaron las reuniones maratónicas en Discord y los debates intensos sobre la descentralización. Luego vinieron los hechos: bloqueos de cuentas, testigos (witnesses) nuevos tomando el control y, lo más alarmante, exchanges utilizando los fondos de los usuarios para influir en la gobernanza, esto fue lo que técnicamente llamamos una +toma hostil+ o un ataque del 51%.
Fue entonces cuando la palabra Hard Fork empezó a resonar con fuerza. Yo ya había experimentado un evento similar con un proyecto en Bitshares, pero esto era diferente. Aquí no eran solo nodos; eran ballenas, desarrolladores y miles de usuarios, dueños de aplicaciones que decidieron apostar por la descentralización. Así, impulsado por la voluntad colectiva, el 20 de marzo de 2020 nació Hive.
A partir de ahí, se desató una campaña increíble. Surgieron nuevos proyectos, comunidades y la estructura que hoy conocemos en Hive, una blockchain en construcción constante gracias a su gente. No dependemos de un CEO o de una corporación; dependíamos de nosotros mismos.
Ese día con ese acto entendí que la filosofía de la Web3 no era solo teoría. Vi a un conjunto de personas exigir que se cumpliera la promesa de la descentralización y, al vivirlo en carne propia, comprendí por primera vez su verdadero poder, lo que implica.
Hoy, años después, veo a Hive no solo como una blockchain social, sino como el recordatorio viviente de que el poder real reside en quienes construyen, la descentralización no es solo una arquitectura técnica; es un acto de valentía colectiva.

Mi viaje en tech
Comparto reflexiones, aprendizajes y procesos desde mi perspectiva como creadora digital, estratega de marca y emprendedora en evolución. Me inspiran las ideas con propósito y los proyectos que transforman. Creando en Web3 desde @hivecreators
Entre cafés, pantallas y cuadernos de notas, documento mi viaje como mujer tech, storyteller y promotora de hábitos que impulsan la productividad, la creatividad y el bienestar. Me muevo entre lo digital y lo tangible.