I love losing myself in its lively rhythm—the carefully stacked goods, the vendors calling out their products, people inspecting, touching, and carefully choosing what to buy. And, of course, the food: a feast of flavors that smells like seasoning and tradition.
Me encanta perderme en su dinámica, las mercancías apiladas con esmero, los anunciantes pregonando sus productos, la gente observando, tocando y eligiendo con cuidado. Y, por supuesto, la comida del lugar, ese festín de sabores que huele a sazón y tradición.
Whenever I can, I try to visit this "people’s market," because places like this are, at their core, a window into a country’s soul. A space where everyday rituals—the haggling, the quick greetings between familiar faces, the back-and-forth of carts—tell stories without words.
Cada vez que puedo trato de ir al “mercado del pueblo”. porque casi siempre estos mercados son, en esencia, una ventana a la idiosincrasia de un país. Un lugar donde los rituales cotidianos, entre el regateo, el saludo rápido entre conocidos, el ir y venir de carretillas, cuentan historias sin necesidad de palabras.
Paloquemao, though maze-like, has clearly defined sections. There’s the flower area, sprawling and located outside the market, where colors explode in bouquets of every kind. And inside, a universe of local fruits and aromatic herbs. It was there, between curious glances and impulse buys, that I managed to snap a few photos.
Paloquemao, aunque laberíntico, tiene secciones bien definidas. Está el área de las flores, extensa y ubicada en los exteriores del mercado, donde los colores estallan en ramos de todo tipo. Y luego, en la parte interna, un universo de frutas locales, hierbas aromáticas. Fue ahí donde, entre miradas curiosas y compras improvisadas, logré tomar algunas fotos.
But there’s something that drew me here the first time and became an excuse to return: palo santo. Those sticks of fragrant wood, burned slowly, releasing their distinctively sweet, woody scent. I find it curious because, literally, it’s a "palo que quema" (a stick that burns). Yet I doubt—and don’t actually know—if that’s truly the origin of this market’s name.
Pero hay algo que me trajo la primera vez y que se convirtió en excusa para volver: el palo santo. Esas estacas de madera perfumada, que se quema lentamente con su aroma característico entre dulce y leñoso. Me parece curioso, porque literalmente es un "paloquemao". Sin embargo, dudo,y desconozco, si ese es realmente el origen del nombre de este mercado.