My younger brother’s birthday was on May 6, but we agreed to celebrate it later, once the workload at the company eased up. Running a business is a challenge—it’s demanding and requires a high level of responsibility. We finally managed to go out on May 16, ten days later (at home, we had cake and a barbecue). Still, we needed to go out and celebrate properly.

Joining us were my uncle, someone who works with us, my brother, and me. The plan was to eat at a recently opened steakhouse located in the Ciudad París shopping center, situated on Avenida Los Leones between Avenida Los Comuneros and Avenida Bolívar. The restaurant’s name is Brutal.

My brother and I had already checked out the restaurant’s Instagram profile, and the food looked delicious. Plus, we noticed that the menu prices were quite reasonable. The Ciudad París shopping center has a pleasant and notable atmosphere, perfect for relaxing. The restaurant is on the ground floor and can be seen from the corridor.

The concept of the restaurant is appealing. The decor prominently features three colors: burgundy, yellow, and white. Upon entering, you feel a kind of transition—a shift from a nice corridor to an elegant, tranquil environment.

We decided to sit near a display case of imported meat cuts and the open kitchen. From there, we could subtly watch the dishes being prepared. The table had a paper placemat printed with the game “stock” (very popular in Venezuela; I played it when I was a kid).

Finding that placemat really unlocked a childhood memory for me. Although we didn’t have pencils, we could have asked for them. We ultimately chose not to play and just had a calm conversation.

As soon as we sat down, the waiter approached and asked us to scan the QR code on the placemat to view the menu, and to call him once we had decided. It was a simple but thoughtful process. I was impressed by the service and the small, thoughtful details of the restaurant.

The burgundy and white colors represent Brutal’s brand and identity very well and invite you to enjoy the space. I was truly amazed by the subtle yet immersive elegance. It naturally influenced our meal choices.

We decided to order Mexican fajitas and two small grills. I originally wanted chicken wings, but the waiter informed me they weren’t available. For drinks, we ordered lemonades and beer. I asked if they had a Cuban mojito, and when the waiter said yes, I ordered a traditional lime one.

The first thing served was the drinks. I didn’t enjoy the mojito that much—I felt like something was missing. It’s one of my favorite drinks, so I tend to notice small differences. I told my brother it didn’t taste like the ones I was used to.

Next, the waiter brought an avocado dipping sauce meant for the fajitas. I loved how it looked—freshly made with fresh ingredients, and very appetizing.

Then came the Mexican fajitas. They were open-faced with generous cuts of meat. The presentation was delicious-looking. We decided to wait until the grills arrived to begin eating.

Once all the dishes were on the table, we started tasting them. The fajitas were amazing—the meat’s texture was incredible, and the sauce was delicious. Mexican food has something truly special, and these fajitas were exceptionally made. We were all impressed by their flavor.

As for the two grills, we were surprised by how aesthetically and artistically they were presented. There was a lot of food for just four people. My only criticism was the red meat on the grill. It wasn’t the same cut or quality as the fajitas (it was a bit tougher and lacked the same flavor).

Both grills had high-quality ingredients, were well-prepared, and had a good flavor (apart from the red meat issue). I liked how they arranged the salad, sautéed meat, and cheese—it made the dish very appealing.

Between the mojito, the Mexican fajitas, and the grill, the best by far were the fajitas. I highlight their flavor, the meat’s texture, and the delicacy of the ingredients. Even though the grill had its weaknesses, it was still tasty and beautifully presented. The mojito, however, was a bit too mild for me.

The service at the restaurant was impeccable. I appreciated the waiter’s politeness, his manners, and his clear answers to all our questions. Every detail was worth it. I got to share this moment with my brother and uncle. We celebrated the birthday deliciously.

The total bill was 5,828.98 Bs. or $61.80 USD (or HBD), but we paid $65 to leave a tip (you should always tip in restaurants—it helps stimulate the economy). We paid using Venezuelan legal tender.

Brutal is a steakhouse that blends flavor, tradition, and international flair in a comfortable setting. The best part of the experience is enjoying internationally cut meats that will leave a lasting impression. I’ll return to try other dishes. See you in the next post.

Original content by @neruel. All rights reserved ©, 2024. Images: Samsung Galaxy A54 - iPhone 15. English translation and grammar correction: Chatgpt - DeepL - Languagetool.

SPANISH VERSION (click here!)

Fajitas Mexicanas, Parrilla y Mojitos en Brutal: el Corazón de Ciudad París

El cumpleaños de mi hermano menor fue el 6 de mayo, pero acordamos salir a celebrarlo con posterioridad y cuando la marea de trabajo bajara en la empresa. Tener una empresa es un reto, es demandante y requiere una alta responsabilidad. Logramos salir el 16 de mayo, diez días después (en casa picamos pastel e hicimos parrillada). No obstante, igual debíamos ir a celebrar.

Para ir a celebrar fuimos mi tío, alguien que trabaja con nosotros, mi hermano y yo. El plan era ir a comer a un restaurante de cortes de carne especializada que abrió recientemente en el centro comercial Ciudad Paris, ubicado en la avenida Los Leones, entre avenida Los Comuneros y avenida Bolívar. El restaurante se llama: Brutal.

Mi hermano y yo ya habíamos visitado el perfil de Instagram del restaurante y la comida se veía deliciosa. Además, observamos que los platos en el menú no tenían un precio desproporcional. El centro comercial Ciudad París tiene un ambiente agradable, notable y que te permite relajarte. El restaurante se encuentra en la planta baja del centro comercial y se puede visualizar su interior desde el pasillo.

El concepto del restaurante es agradable. En la decoración predominan tres colores: Vinotinto, amarillo y blanco. Al ingresar, sientes una especie de transición, una especie de metamorfosis. Cambias un pasillo agradable por un entorno elegante y tranquilo.

Decidimos sentarnos cerca de una vitrina de cortes de carne importada y la cocina. Desde allí se podía visualizar sutilmente cómo preparaban cada plato. La mesa tenía un papel, tipo servilleta, para jugar stock (este juego es muy popular en Venezuela; lo jugué cuando era niño).

Algo que sencillamente desbloqueó mi mente fue encontrarme con este pedazo de papel con el que podía jugar stock; aunque no teníamos lápices, podíamos pedirlos. Sencillamente, decidimos no jugar. Conversamos tranquilamente.

El mesero se acercó inmediatamente que entramos y nos dijo que escaneáramos el QR de la servilleta de papel y que cuando decidiéramos qué ordenar, lo llamáramos. Fue una decisión compleja, pero notable. Quedé maravillado por la atención y los pequeños elementos del restaurante.

El color vinotinto y el blanco representan muy bien la marca e identidad de Brutal y te inspiran a estar ahí. Sorprendentemente, quedas maravillado por la elegancia sutil e inmersiva. Esto te lleva a tomar buenas decisiones al escoger la comida.

Decidimos ordenar unas fajitas mexicanas y dos parrillas pequeñas. Originalmente, quería alitas de pollo, pero el mesero me indicó que no tenían este plato disponible. De tomar, ordenamos limonadas y cerveza; pero en mi caso pregunté si tenían mojito cubano. Al afirmarme positivamente que tenían, ordené uno tradicional de limón.

Lo primero que el mesero colocó en la mesa fueron las bebidas. El mojito no me gustó mucho; sentí que le faltaba algo. Es una de las bebidas que suelo pedir con cotidianidad debido a que es mi favorita. Le comenté a mi hermano que no sabía igual a las que había probado.

Posteriormente, el mesero colocó una salsa de aguacate en nuestra mesa. Esta salsa era para untarla en las fajitas mexicanas. Me encantó la presentación y lo deliciosa que se veía. A simple vista estaba recién elaborada y con ingredientes frescos.

Las fajitas mexicanas las colocó el mesero luego de la salsa para untar. Todas estaban abiertas y tenían abundantes cortes de carne. La presentación también se veía apetitosa. Decidimos esperar a que el mesero trajera las parrillas para comenzar a comer.

Una vez todos los platos estaban servidos en la mesa, comenzamos a probarlos. En el caso de las fajitas, la textura de la carne era increíble. El sabor de la salsa era impresionante. La comida mexicana posee algo increíble y estas fajitas estaban hechas de manera espectacular. Todos quedamos impactados por su sabor.

En el caso de las dos parrillas, nos sorprendió la manera en que las presentaron. Todo era muy estético y artístico. Había mucha comida ahí; éramos solo 4 personas. Mi crítica a la parrilla fue principalmente para la carne roja. No era el mismo corte o calidad de las fajitas (estaba un poco más dura y no tenía el mismo sabor).

Ambas parrillas tenían ingredientes de buena calidad, estaban bien elaboradas y el sabor era agradable (excepto por el aspecto que comenté en el párrafo anterior). Me gustó la manera en que colocaron la ensalada, la carne salteada y el queso. Ese detalle la hacía apetitosa.

Entre el mojito, las fajitas mexicanas y la parrilla, lo mejor fueron las fajitas mexicanas. Destaco el sabor que tenían, la textura de la carne y la sutileza de cada uno de los sabores. Aunque la carne de la parrilla tenía una debilidad, su sabor era bueno, y su presentación era encantadora. El mojito estaba suave para mí.

La atención en este restaurante es impecable. Me gustó la cordialidad, los modales del mesero y que respondieran cada una de nuestras dudas. Cada detalle valió la pena. Pude compartir con mi hermano y mi tío. Celebramos el cumpleaños de manera deliciosa.

La cuenta dio en total: 5.828,98 bs, o 61,80 USD (o HBD), pero pagamos 65 dólares porque dejamos algo de propina (hay que dejar propina en los restaurantes, ayuda a dinamizar la economía). La cuenta la pagamos en moneda de curso legal venezolana.

Brutal es un restaurante de cortes de carne que mezcla el sabor, la tradición y la internacionalización en un espacio confortable. La mejor experiencia es poder disfrutar los platos de cortes de carne internacional que te impactarán. Volveré por otros platillos. Nos vemos en un próximo post.

Contenido original de @neruel. Todos los derechos reservados ©, 2024. Imágenes: Samsung Galaxy A50 - iPhone 15. Traducción al inglés y corrección gramatical: Chatgpt - DeepL - Languagetool.

Posted Using INLEO