Hola, querida amiga. Me alegra mucho recibir tu mensaje y saber que estás compartiendo tu forma de hacer hallacas, un verdadero símbolo de amor y unión en la mesa venezolana. Es hermoso ver cómo, a pesar de los cambios y las circunstancias, el espíritu de la Navidad se mantiene vivo a través de las tradiciones que elegimos seguir.

La manera en que preparas las hallacas, con tanto cariño, es un recordatorio de que cada plato lleva consigo historias y recuerdos, y que, aunque este año solo sean tú y tu novio, el acto de compartir es lo que realmente importa. Estoy seguro de que tus familiares valoran ese gesto y sienten la calidez de tu hogar, incluso a la distancia.

Gracias por abrirnos la puerta a tu cocina y permitirnos ser parte de esta experiencia tan especial. ¡Que disfruten de una cena llena de amor y felicidad en su nuevo hogar!