Hi @xpilar

La Gran Regata de Typhon

El desfile inaugural reunió más de ochocientas naves, desde las que estaban en competencia, hasta los buques de entrenamiento y los de exhibición. Lo más destacado de este año, fue la reproducción de las tres naves que hace más de quince mil quinientos años, condujeron a un marino en la Tierra a cruzar el océano para encontrarse con un continente cuya existencia era mayormente desconocida, Cristóbal Colón era su nombre.

Era obvia la relación que quisieron establecer este año los organizadores de la Gran Regata de Typhon, las naves que condujeron a Colón a través de un desconocido océano, a encontrarse con tierras desconocidas para los pueblos de donde el provenía y que luego serian colonizadas; con la Perseo y su valioso cargamento de embriones humanos y de la mayor parte de las especies que aun poblaban la Tierra, enviada a cruzar el océano estelar para colonizar un mundo donde la humanidad pudiera prosperar nuevamente.

Quizá la relación no era del todo válida, pues la colonización que se dio en aquel momento en la Tierra condujo a un sinfín de abusos y explotación. Los nuevos colonos habían tratado de evitar en lo posible estas situaciones, haciéndose sólo de aquellos mundos que no tuvieran pobladores originarios. Pero en la mente de muchos exploradores y navegantes de las colonias, la imagen de aquel marino había sido idealizada como la de un explorador en busca de un nuevo mundo.

Leonardo se encontraba incómodo e impaciente, no le agradaban este tipo de eventos pomposos, preferiría estar de una vez en la competencia. Había recorrido una gran distancia para estar aquí, desde su natal Hiperbórea, una estación espacial que orbita en el límite exterior de la esfera de Dyson de una estrella enana roja en el extremo del espacio colonizado en el brazo de Orión.

Su nave, un catamarán con el que competía en la categoría de un solo tripulante, con asistente de navegación, era guiada en este momento por el sistema automatizado de pilotaje del desfile inaugural y el ser sólo un pasajero en su propia embarcación, le incomodaba en demasía.

Acabado el desfile iniciaría la competencia, que haría escala en los puertos de doce ciudades flotantes. Para navegantes como él, oriundo de un mundo donde la navegación se realizaba en un pequeño mar interior, sin un cielo estrellado por el cual guiarse, se había creado este año la categoría en la cual participaba, cuya principal diferencia con las demás era, estar restringida a sólo un tripulante por embarcación y se permitía el uso de sistemas de posicionamiento satelital y mapeado de ruta.

En su categoría participaban otros treinta pilotos, que al igual que él, se aventurarían a pasar poco más de nueve meses en soledad, haciendo sólo cortas escalas de un día en cada ciudad por la que pasaran. Él, venido de una estación espacial, no era precisamente uno de los favoritos, pero más que ganar, su principal interés era la experiencia de pilotear su embarcación en la más grande y prestigiosa competencia de navegación a vela de todos los mundos colonizados.

Typhon's Great Regatta

The inaugural parade brought together more than eight hundred ships, from those in competition, to training ships and exhibition ships. The highlight of this year was the reproduction of the three ships that more than fifteen thousand five hundred years ago led a sailor on Earth to cross the ocean to meet a continent whose existence was largely unknown, Christopher Columbus was his name.

The relationship that the organizers of the Great Typhon Regatta wanted to establish this year was obvious; the ships that led Columbus through an unknown ocean, to find lands unknown to the peoples from which he came and which would later be colonized; with Perseus and its valuable cargo of human embryos and most of the species that still populated the Earth, sent to cross the stellar ocean to colonize a world where humanity could prosper again.

Perhaps the relationship was not entirely valid, for the colonization that took place on Earth at that time led to endless abuses and exploitation. The new settlers had tried to avoid these situations as much as possible, becoming only those worlds that did not have original settlers. But in the minds of many explorers and navigators of the colonies, the image of that sailor had been idealized as that of an explorer in search of a new world.

Leonardo was uncomfortable and impatient, he did not like this kind of pompous events, he would prefer to be in the competition once and for all. He had come a long way to be here from his native Hyperborean, a space station orbiting the outer edge of Dyson's sphere of a red dwarf star at the end of space colonized on Orion's arm.

His ship, a catamaran with which he competed in the category of a single crew member, with a navigation assistant, was now guided by the automated piloting system of the inaugural parade, and being just a passenger on his own vessel, made him too uncomfortable.

Once the parade was over, the competition would begin, calling at the ports of twelve floating cities. For navigators like him, who came from a world where navigation took place in a small inland sea, without a starry sky to be guided by, the category in which he participated had been created this year, whose main difference with the others was to be restricted to only one crew member per boat and the use of satellite positioning systems and route mapping was allowed.

Thirty other pilots participated in his category, who, like him, would venture to spend a little more than nine months in solitude, making only short one-day stops in each city they passed through. He, coming from a space station, was not exactly one of the favorites, but more than winning, his main interest was the experience of piloting his boat in the largest and most prestigious sailing competition of all colonized worlds.

Thank you @xpilar, I hope the story was to your liking